FIRMES Y SEGUROS EN LA IZQUIERDA

FIRMES Y SEGUROS EN LA IZQUIERDA

Cuando pusimos en marcha el plan de democratización partidaria en medio de incomprensiones, fuimos concientes del esfuerzo mayor que esto requería, cuanto más, si la modernización es un compromiso que tiene que ver con el futuro del viejo partido de Haya de la Torre y con nuestras más íntimas convicciones ideológicas.

Pero esta tarea difícil y complicada cuando son escasos los recursos, pudo ser superada por la invalorable consistencia de voluntades que recrean nuestra visión del país, proponiendo como lo hace, la necesidad de reconstruir la alianza natural del aprismo con el pueblo, no para conquistarlo electoralmente, sino para convertirse en su voz y en una real herramienta de cambio social.

Es verdad que la modernización partidaria fue acometida tímidamente, pero representa hoy, un enorme esfuerzo colectivo que comienza a rendir frutos.

Ejecuta una reingeniería de nuestra vieja estructura y, sin concesiones ideológicas, afirma nuestro movimiento como un partido-escuela, como un movimiento de izquierda, antimperialista e integracionista.

El aprismo reconoce en el anarcosindicalismo, el marxismo y la heroica lucha del pueblo, como las fuentes primigenias de la evolución del pensamiento libre para reafirmar que nuestro movimiento representa a las masas que aportan al conjunto de nuestro accionar, dirigentes que son a su vez, nuestros mejores cuadros políticos.

Por eso es bueno que se recuerde en esta hora en la que el aprismo presenta a sus nuevos dirigentes y líderes regionales hasta que punto estamos preparados para acometer la tarea histórica del aprismo y como es que, siendo la vanguardia organizada del Frente Único, representamos efectivamente a los obreros, los campesinos, los empresarios nacionalistas y emergentes, es decir, a todos los trabajadores Manuales e Intelectuales.

Cuando podamos responder si es posible incorporar todas estas ideas a nuestra estructura y si en tiempos de la Aldea global, la tecnología, la revolución de la información, la Internet y los problemas del medio ambiente sobre los que Haya de la Torre tuvo algo que decir son parte cotidiana de nuestro discurso, sabremos que la tarea estará concluida y entonces, sólo entonces, lo pequeño, lo inmediato, lo intrascendente pasará, como lo harán, quienes desde el infantilismo más torpe o la prédica liberal encubierta y encarnizada en parentescos amorales desde fuera o usando a los de dentro, para poder reencontrarnos todos, los seguidores del Jefe y en su nombre seguir construyendo ese aprismo del siglo XXI que es singular, nacionalista y democrático.

Ese será nuestro mejor tributo a la generación fundadora y a todos aquellos que se entregaron a esta causa, renunciando al dinero, al poder mal habido y sin ningún condicionamiento.